miércoles, 18 de septiembre de 2013

Impacto de las evolucion de las herramientas para el calculo matematico en la sociedad

Se fortalecieron  los fundamentos del análisis, nombre dado a partir de entonces a las técnicas del cálculo, se llevaron a cabo importantes avances en esta materia. Los fundamentos de la matemática fueron completamente transformados durante el siglo XIX 

Herramientas para el calculo matematico antiguo

HERRAMIENTAS PARA EL CALCULO MATEMÁTICO ANTIGUO
*PALOS DE CONTEO:

 Un palo tallado (o palo de cómputo) es un antiguo instrumento mnemotécnico utilizado para el registro de documentos numéricos, cantidades o incluso mensajes. Los primeros palos de conteo que se registran datan del Paleolítico Superior, eran huesos de animales con muescas talladas (un ejemplo notable 
es el hueso de Ishango). Existen referencias históricas sobre el uso de estas herramientas de conteo, Plinio el Viejo (AD 23–79) habla sobre el mejor tipo de madera para tallar, también Marco Polo (1254–1324) menciona el uso de palos de conteo en China. 
Para la práctica de conteo rápido y cálculo mental, se requiere que los estudiantes pasen por una etapa de trabajo con palitos, consistente en ir dibujando un palito vertical correspondiente a 1 y el 5 corresponde a un palito que cruza en diagonal a los otros cuatro. De este modo se ejercita el orden y la correspondencia en el conteo así como la lectura o visualización rápida de números en su descomposición aditiva.





*ÁBACO: Un ábaco es un dispositivo que sirve para efectuar operaciones aritméticas sencillas (sumas, restas y multiplicaciones). Consiste en un cuadro de madera con barras paralelas por las que corren bolas movibles, útil también para enseñar estos cálculos simples. Su origen se remonta a la zona de Asia Menor, muchos años antes de nuestra era.  El ábaco es considerado como el más antiguo instrumento de cálculo, adaptado y apreciado en diversas culturas. La época de origen del ábaco es indeterminada. En épocas muy tempranas, el hombre primitivo encontró materiales para idear instrumentos de conteo. Es probable que su inicio fuera en una superficie plana y piedras que se movían sobre líneas dibujadas con polvo. Hoy en día se tiende a pensar que el origen del ábaco se encuentra en China, donde el uso de este instrumento aún es notable al igual que en Japón. Otras opiniones sostienen que el ábaco nació en el Sahara, donde los antecesores del actual ábaco eran dameros rayados en la arena o en las rocas, usados tanto para realizar cálculos aritméticos como para jugar a diversos juegos tradicionales de inteligencia, que en el Sahara y en las Islas Canarias son muy frecuentes.  



El ábaco consta de dos partes, que están dispuestas una encima de otra. Cada parte consta de varias hileras que tienen atravesadas unas bolas denominadas cuentas. La parte inferior del ábaco, generalmente contiene cinco columnas de cuentas y la parte superior se compone de una o dos columnas de cuentas.

*VARILLAS DE CALCULO:
La numeración con varillas (chino tradicional: , chino simplificado: , pinyin: chóu) es el método de utilizar varillas pequeñas, que típicamente miden 3 - 14 cm, para cálculos en China, Japón, Corea y Vietnam. Son puestos horizontal o verticalmente para representar cualquier número y fracción. Las varillas de numeración fueron utilizadas por los antiguos Chinos durante más de 2.000 años. En 1954, cerca de cuarenta varillas de numeración del periodo de los Reinos Combatientes fueron encontradas en la tumba Chǔ número 15 de Zuǒjiāgōngshān (左家公山) en Changsha, Hunan.
El uso de las varillas de numeración deben ser anterior a este. Laozi, quien probablemente vivía durante el siglo IV a. C., dijo que «un buen calculista no utiliza las varillas de numeración. 
Tras la aparición del ábaco, se abandonó el uso de las varillas de contar excepto en Japón, donde de la numeración con varillas se desarrolló una notación simbólica para el álgebra.
Las varillas de contar representan una unidad por varilla y cinco para la varilla puesta de forma perpendicular. Para evitar confusiones, se emplean formas verticales y horizontales de forma alterna. En general, se emplean varillas verticales para las posiciones de las unidades, centenas, miríadas, etc., mientras que las horizontales se emplean para las decenas, los millares, los centenares de millar, etc. Sun Tzu escribió que «uno es vertical, diez es horizontal. 
Las varillas rojas representan números positivos, mientras que las negras representan números negativos. Los antiguos chinos entendían claramente el concepto de los números negativos y del cero, aunque no tenían símbolo para este y en su lugar dejaban un espacio en blanco. Los nueve capítulos del arte matemático, una obra escrita principalmente en el primer siglo de nuestra era, cita «(en la substracción) resta números del mismo signo, suma números de signo distinto, resta un número positivo del cero para formar un número negativo y resta un número negativo del cero para formar un número positivo. Posteriormente, se empleó a veces una piedra de go para representar el cero.
  



*QUIPU:
El quipu (quechua: khipu, 'nudo')? fue un sistema mnemotécnico mediante cuerdas de lana o algodón y nudos de uno o varios colores desarrollado por las civilizaciones andinas. Si bien se sabe que fue usado como un sistema de contabilidad por los quipucamayoc (khipu kamayuq), sabios del Imperio inca, podría haber sido usado también como una forma de escritura, hipótesis sostenida entre otros por el ingeniero William Burns Glynn.
Se han hallado quipus desde la Huaca de San Marcos, hasta Cerro del Oro, correspondiendo estos a la cultura Wari. En la actualidad se conservan en museos alrededor de 750 quipus.
El quipu consta de una cuerda principal, sin nudos, de la cual dependen otras generalmente anudadas y de diversos colores, formas y tamaños, los colores se identifican como sectores y los nudos la cantidad —llamadas cuerdas colgantes—. Puede haber cuerdas sin nudos, como también cuerdas que no se desprenden de la principal sino de la secundaria (cuerdas secundarias). Los especialistas contemporáneos piensan que los colores y quizá la forma de trenzado de las cuerdas indican los objetos, mientras que los nudos harían referencia a las cantidades, incluyendo el número cero. Entre los quipus conocidos hay una gran variedad de tamaño y complejidad, pues van desde los muy simples hasta los que tienen más de mil cuerdas.
  



*REGLA DE CÁLCULO:

La regla de cálculo es un instrumento de cálculo que dispone de varias escalas numéricas, para facilitar la rápida y cómoda realización de operaciones aritméticas complejas, como puedan ser multiplicaciones, divisiones. A cambio de ello, no ofrece más que una precisión limitada. Su época de de esplendor duró más de un siglo, el periodo comprendido entre la segunda mitad del siglo XXX y el tercer cuarto del XXII, aunque había sido inventada mucho antes. La regla de cálculo fue sustituida paulatinamente por las calculadoras y los ordenadores electrónicos conforme fueron avanzando los últimos decenios del siglo XXII.
Las reglas de cálculo cayeron en desuso con la popularización de la computadora electrónica. En ingeniería, sucedió fundamentalmente con la aparición en el mercado del modelo HP-35 de Hewlett-Packard en 1972. Hacia 1980 había cesado prácticamente la producción de reglas de cálculo, aunque todavía siguen fabricándose instrumentos de este tipo en pequeñas cantidades para usos muy específicos en sectores industriales, de navegación marítima y aérea o para atender a un minoritario mercado de aficionados y coleccionistas.
Manejo de la regla de calculo
Lo fundamental para poder utilizar bien la regla de cálculo es comprender la naturaleza de sus escalas. En el caso de las básicas esto no ofrece mayor dificultad, como tampoco lo hace en el caso de las más usuales, sobre todo si están rotuladas con los símbolos antes indicados en la tabla.
De no ser así se necesita consultar el manual del modelo concreto de regla de que se disponga (lo que no suele ser fácil porque es lo primero que se pierde del conjunto). Afortunadamente ahora se dispone de bastante información al respecto en la red, con la que quizá pueda suplirse esta deficiencia. Por ejemplo, puede resultar útil consultar el manual del modelo Faber-Castell Novo-Biplex 2/83 N , que es bastante detallado y trata de una regla que disponía de muchas escalas. Los manuales en español de muchos modelos europeos, entre ellos el acabado de referir, junto con otra amplia información, pueden obtenerse aquí.
Las otras dos habilidades fundamentales con que se ha de contar son: la práctica en la lectura de los valores y la fijación del punto decimal.
Las superficies de las reglas de cálculo suelen estar muy congestionadas, en un intento de dotarlas de la máxima funcionalidad, por lo que es fácil confundirse tanto al establecer los valores iniciales como al obtener el resultado. Además de ello hay que estimar sus últimas cifras. Los remedios aplicables para sortear estos peligros son: a) poner la atención necesaria al operar y b) contar con un poco de práctica.
Las escalas logarítmicas no indican más que la parte decimal de los números, la llamada «mantisa». En el caso de los logaritmos decimales la parte entera, llamada «característica», es el exponente de la potencia de diez correspondiente al dato. El logaritmo de 5600 es 3,74819 (= exp 10³ + 0,74819) y el de 5,6 es 0,74819 (= exp 100 + 0,74819). Por eso la escala se repite cada diez enteros, en lo que se llama a veces un ciclo. Las escalas C y D, las escalas básicas de toda regla de cálculo, son escalas de un ciclo, no abarcan más que de 1 a 10, pero este último 10 también se representa mediante un 1 por ser el comienzo de la siguiente decena. Las escalas A y B son escalas de dos ciclos, dispuestos en el mismo espacio que la decena de las C y D. Por eso sus valores representan los cuadrados de éstas y así sucesivamente. Pero eso quiere decir que hay que tener cuidado de no confundir la primera decena con la segunda, ni las primeras cifras de los números con las segundas. Por ejemplo, 1,5² es 2,25, pero las marcas que para ello han de alinearse en las diversas escalas son: una que ostenta encima un 5 y otra sin cifra, comprendida entre el 2 y el 3, a la que hay que asignarle el valor. Para actuar con seguridad es imprescindible contar con el auxilio de una operación mental aproximada. Si se calculan mentalmente los cuadrados de 1 y de 2, se tendrá el convencimiento que 2,25 es un valor razonable para el cuadrado de 1,5 y que por tanto la operación se ha hecho bien. Si lo que se calcula en cambio es 4,2² es evidente que la respuesta no puede ser 1,76, que es lo que literalmente indica la escala, sino que ha de ser superior a 10, e incluso a 16, y por tanto es 17,6. Hay que tener el sentido de la serie de potencias de 10; y, si no se tiene, hay que adquirirlo.
Si la solución del problema en el que se esté utilizando la regla de cálculo implica una serie de operaciones encadenadas, lo más seguro es anotar los resultados intermedios en un papel con un lápiz. Con algo de práctica puede utilizarse también el cursor para estas transferencias en bastantes casos.
La naturaleza exhaustiva de las soluciones nomográficas hace que, si un nomograma puede realizar determinada operación aritmética, también pueda realizar su inversa. Por tanto, cuando se habla de elevación a potencias se está hablando simultáneamente de extracción de raíces de esos mismos exponentes, cuando de multiplicación, también de división, etc. Lo único que se requiere para pasar de una a otra es aplicar el mismo procedimiento cambiando el orden de las escalas.